Esta nueva situación que nos ha tocado vivir en consecuencia a la COVID-19 ha traído notables cambios a nuestras vidas. Algo tan raro y lejano como el uso de las mascarillas se ha vuelto una normalidad y hasta obligación en nuestro día a día.
Probablemente tú que estás leyendo este post te habrás encontrado con alguna mascarilla tirada en el suelo de tu pueblo o ciudad pero, ¿dónde terminan esas mascarillas?
Marc Casanovas en su artículo “Más mascarillas en el mar que en la boca: la pandemia que viene” explica cuál es la situación actual y la que se prevé debido a las toneladas y toneladas de mascarillas de un solo uso que se van a fabricar y usar en todo el mundo.
Una alternativa para reducir la generación de residuos derivados de los equipos de protección, pueden ser los filtros antivirales biodegradables para mascarillas de protección que han desarrollado equipos de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Estos filtros se podrán usar en mascarillas desechables, lavables y reutilizables.
Por otro lado nos encontramos con la problemática de los envases de un solo uso. Ante la situación provocada por la COVID-19 los envases de un solo uso se percibieron rápidamente como una solución segura para evitar la contaminación.
Sin embargo, a medida que aprendemos más sobre el coronavirus, y los recursos sobre el tema aumentan, vemos que no hay pruebas concretas de que el plástico sea más seguro. Por el contrario, a la luz de la Directiva sobre plásticos de un solo uso (SUP) y el nuevo Plan de Acción de Economía Circular, ha llegado el momento de poner en práctica soluciones reutilizables seguras y resistentes, en las que las ciudades tienen un papel clave que desempeñar.
En toda Europa, muchas ciudades están en la primera línea de la lucha contra la contaminación por plásticos. Algunas se están liberando del plástico, otras están prohibiendo los artículos de plástico de un solo uso.
Junto con la alianza Rethink Plastic, Zero Waste Europe ha desarrollado una guía para los municipios y comunidades locales que buscan apoyo en la aplicación de la Directiva SUP de la UE. Esta guía tiene como objetivo proporcionar ejemplos concretos y consejos sobre las diferentes acciones que las ciudades y los municipios pueden implementar para reducir la contaminación del plástico, logrando simultáneamente los objetivos establecidos en la Directiva. Se deriva de la observación que la lucha contra los desechos se centra principalmente en la parte inferior de la jerarquía de desechos, dando prioridad a la gestión de los mismos y a la limpieza pública sobre la prevención en la parte superior.
Siguiendo el hilo de reducir la contaminación, nos encontramos con este artículo que ha publicado la ONU, en la que nos informan sobre cómo ha de ser la gestión de residuos durante la pandemia del coronavirus. En dicho artículo podemos leer cómo El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente destaca la gran cantidad de desechos tales como guantes, mascarillas o materiales de protección infectados que se producen en esta situación de COVID-19.
Pero, ¿cuál es la situación en España? Según El Ágora, Diario del Agua, en España solo se recicla el 37,8% de los residuos. El objetivo es reducir en 2030 un 15% la producción de residuos respecto a los niveles de 2010. Entre otras medidas está previsto el fin de objetos de plástico de un solo uso como platos, cubiertos o pajitas en julio del 2021.
Quedarán prohibidos los microplásticos que se añaden a productos cosméticos y detergentes que están superando las depuradoras y encontrándose incluso en peces abisales. Se promoverán igualmente los envases retornables y un reciclaje progresivo de los residuos municipales. Se espera la creación de hasta 70.000 puestos de trabajo en los próximos años.
Durante la pandemia, Sanidad y otras administraciones no han seguido precisamente sus recomendaciones de evitar el consumo de productos de un solo uso, como las mascarillas y los guantes que se han regalado (hay que decir que con alguna excepción entre los ayuntamientos pequeños, con un concepto más conservativo del consumo), y que ya se han convertido en residuos que ensucian y contaminan nuestras playas y alcantarillas, y amenazan con convertirse en un problema.
La novedad respecto a este tema es que el gobierno español ha empezado a plantear medidas, entre ellas se encuentra la aprobación de un proyecto de ley para la restricción de los plásticos de un solo uso, medida que favorecerá la situación actual de los océanos.
Tras esta noticia aparecen las reacciones como la de Greenpeace quienes declaran que “De nuevo deja una sensación agridulce porque es muy poco ambicioso y dificulta llegar a una verdadera economía circular que precisamente en estos tiempos de crisis es lo que nos puede ayudar” (Greenpeace, 2020) pero pese a ello este proyecto del gobierno español supondrá un pequeño paso hacia una mejora de la situación actual que puede llegar a ser insostenible.
Si aún no sabes qué es la economía circular puedes ver este vídeo explicativo del Ministerio de Transición Energética.
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