Dentro del marco del proyecto europeo INOS (Integración de la ciencia abierta y ciudadana en los enfoques de aprendizaje activo en la enseñanza superior), se acaba de publicar una "Guía de recomendaciones" para las universidades, con especial referencia al proyecto Ocean i3, en el contexto de la ejecución y evaluación de las actividades de innovación abierta en la enseñanza superior.
El proyecto INOS, en el que participan 6 socios europeos, incluidas 4 universidades, está reflexionando sobre la integración de la ciencia abierta en los enfoques de enseñanza activa con el objetivo principal de convertir a las instituciones de enseñanza superior en actores clave del conocimiento abierto y la innovación abierta en un mundo cambiante.
Con el fin de reforzar las metodologías de innovación abierta existentes, el proyecto presta apoyo a varias Actividades de Innovación Abierta (AIA), tratando de reunir a personal académico y estudiantes de diferentes disciplinas (con algunos agentes socioeconómicos) para que participen en la transformación del conocimiento en soluciones innovadoras.
El objetivo de esta “Guía de Recomendaciones” es ayudar a los organizadores de la AIA a diseñar y evaluar sus actividades y, en última instancia, a optimizar su impacto. El documento oscila entre el estado de la técnica en la materia y los casos prácticos, incluyendo ejemplos concretos de la Universidad de Burdeos.
Entre estos ejemplos encontramos en la sección 5 el proyecto de innovación pedagógica Ocean i3 por su enfoque innovador y la implicación de participantes externos específicos (agentes socioeconómicos del territorio) que proponen retos, y por su diversidad multilingüe y multicultural.
Aquí el extracto de la guía donde se menciona al proyecto Oceani3
(Blanchard A. and Schwalm H. (2020). Guidelines on designing, implementing and evaluating open innovation activities in higher education. A. Blanchard (Ed.). INOS Consortium.) :
“Además de la interdisciplinariedad, el proyecto Ocean i3 reúne a participantes de la eurorregión intercultural y multilingüe (Aquitania francesa y País Vasco español), utilizando tres idiomas nacionales y regionales: español, euskara y francés.
Dado que se trata de un proyecto internacional, una decisión lógica y "efectiva" habría sido trabajar en inglés como lingua franca. Sin embargo, los organizadores optaron por promover el multilingüismo centrándose en la cohesión social y el diálogo intercultural, considerados como una oportunidad para desarrollar competencias transversales relacionadas no sólo con el conocimiento de los idiomas y los recursos de comunicación, sino también con la empatía y la conciencia de las diversas realidades culturales, partiendo de la premisa de que los idiomas son vehículos esenciales de las culturas.
Para ello, los organizadores contaron con el apoyo de investigadores del grupo DREAM - Donostia Research in Education and Multilingualism de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que utilizaron un enfoque participativo para aprender, acompañar y orientar las prácticas interculturales y multilingües dentro de la comunidad Ocean i3.
Sus mensajes clave, que pueden aplicarse a otras dimensiones del diálogo intercultural, fueron:
1. Abordar y aprovechar el entorno multilingüe,
2. Proteger la rica diversidad lingüística de los participantes.
En consecuencia, se han establecido normas específicas para mejorar la eficiencia operacional, protegiendo al mismo tiempo la diversidad lingüística y cultural:
● todos los idiomas locales son bienvenidos, además del inglés, que se utiliza como lingua franca,
● se fomenta especialmente el uso de los idiomas minoritarios,
● todo el mundo puede usar el lenguaje con el que se sienta más cómodo y puede alternar entre los idiomas si lo desea,
● el desafío es co-construir el significado juntos usando todos los recursos lingüísticos de los participantes:
hablando a un ritmo apropiado para facilitar la comprensión de los demás,
si es posible, incluir más de un idioma en los materiales de comunicación
indicar si alguien no entiende al hablante para que pueda repetir, parafrasear, traducir, reducir la velocidad, etc,
se sientan junto a alguien que habla idiomas distintos al suyo, para poder combinar mejor los recursos lingüísticos,
usar la traducción simultánea-espontánea para ayudarse mutuamente,
cambiar de idioma siempre que se sienta la necesidad.
Se han preparado materiales, como tarjetas de ayuda que los participantes pueden utilizar para pedir a alguien que repita una idea, que hable más despacio, que pida una traducción o que señale que un concepto no se ha comprendido.
La experiencia de Ocean i3 demuestra que el diálogo intercultural (y más concretamente el multilingüismo) puede tratarse como un catalizador más que como una barrera entre los participantes, sobre todo porque se da por sentado en lugar de simplemente acomodarse.”
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